Una comunicación efectiva requiere que estés presente. Que mantengas el foco en la conversación actual.

Solo podrás escuchar activamente cuando toda tu atención está en el momento presente, estando atento a todo lo que la otra persona está transmitiendo con su cuerpo, voz y palabras.

Si permites que tu mente se distraiga y dejas de poner atención a quien te habla, perderás información que puede ser muy importante.

Estar presente también incluye hablar sobre el presente. Cuando empiezas a reclamar y reprochar asuntos del pasado, no solo pierdes el foco, sino que haces más difícil que se mantenga un ambiente de diálogo.

Si surgen otros asuntos pendientes por resolver, o que incluyan personas que no estén presentes, propón tratarlos en un momento diferente, con todos los involucrados.

Si intentas resolver muchos temas la vez, es posible que, tanto tú como la persona con quien hablas, se sientan agobiados y con menos disposición emocional para manejar la conversación asertivamente.  

Comunicarse asertivamente y hacer del conflicto algo constructivo toma tiempo, paciencia y práctica.

Si abordas un asunto a la vez va a ser más simple que tratar muchas situaciones al mismo tiempo.

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pueden desarrollar su inteligencia emocional. Entrevista a José Puche.

Desde mi experiencia meditando por 14 años, la mejor forma de desarrollar tu capacidad de mantener tu mente en el presente y regular tus emociones, es meditando.

Cuando haces de la meditación parte de tu rutina, con el tiempo, desarrollas tu autoconsciencia y tu capacidad para gestionar tus pensamientos y emociones, en vez de reaccionar en piloto automático dominado por ellos.

A continuación, una práctica de meditación que puedes usar diariamente para aprender a estar presente: