Para comunicarte asertivamente debes hacer comentarios, preguntas y solicitudes claras, precisas específicas, sin rodeos y sin ironías.

Sin sarcasmo y sin atacar al otro y sin exagerar.

Observa la diferencia entre estos dos tipos de comunicación:

No asertivo: “Como te la pasas las 24 horas del fin de semana trabajando, ¿será que en tu muy ocupada agenda tendrás 5 minutos para ponerme atención?”

Asertivo: “Me siento solo cuando trabajas durante el fin de semana. Me gustaría que compartamos más tiempo juntos”.

Tal vez sea útil recordar que en la mayoría de los casos las personas no actúan con mala intención y que si te comunicas con asertividad las ayudarás a ser conscientes de algo que no están viendo.

Ser directo también significa ser concreto, conciso y evitar ser repetitivo.

Implica ser claro y evitar darle vueltas a un mismo asunto o dar explicaciones o justificaciones exageradas y repetitivas para que el otro no se moleste.

Inclusive significa mantener el foco en el tema que se está discutiendo y evitar desviarse a otros temas.

Especialmente evitar traer temas del pasado y reclamar por cosas que ya se resolvieron.

Por ejemplo, si ves que la persona con quien hablas empieza a revolver temas, puedes ayudarle a mantener el foco con comentarios o preguntas como:

• ¿En resumen, qué es eso específico que quieres contarme?

• ¿Cuál es el tema específico del que quieres hablar?

• Gracias, es muy valioso todo lo que me cuentas. Te propongo que nos enfoquemos en el asunto más importante y agendemos otro momento para hablar del siguiente tema.