En la comunicación asertiva la postura de tu cuerpo es firme y relajada.

Demuestras seguridad cuando hablas, e interés cuando escuchas, haciendo contacto visual.

El tono de tu voz y tus gestos acompañan el contenido de tu mensaje y demuestran amabilidad (sin ser sumisos) y seguridad (sin ser agresivos).

Esto quiere decir que en la comunicación asertiva hay coherencia en los 3 componentes de tu lenguaje.

Tu comunicación verbal, no verbal y paraverbal están alineadas.

Comunicación verbal:

La comunicación verbal se refiere a tus palabras, el contenido de tu mensaje y la manera en que lo estructuras. Está relacionada con transmitir información a través de palabras y puede darse de forma oral o escrita.

Comunicación no verbal:

La comunicación no verbal es el lenguaje de tu cuerpo, lo que expresas con tus movimientos, postura, cómo gesticulas, la expresión de tu rostro, el movimiento de tus manos, el contacto visual, y la forma en que te relacionas con el espacio y los objetos en él.

Comunicación  para-verbal:

La comunicación paraverbal refleja la forma en que suena tu mensaje, es decir está relacionada con tu tono de voz, tu velocidad al hablar, las pausas que realizas, el ritmo, cómo modulas y vocalizas, y el volumen de tu voz.

Cuando te comunicas asertivamente es porque has logrado un equilibrio en tu forma de comunicarte.

Comunicas tus ideas, sentimientos y necesidades, de una forma segura y firme, siendo amable con los demás.

Eres asertivo cuando sientes seguridad al comunicarte, exponer tus ideas, pedir favores, y hacer solicitudes, respetando a los demás y buscando ser respetado.

Cuando te comunicas asertivamente no juzgas o descalificas a otros, lo cual disminuye la posibilidad de herir los sentimientos de las personas y entrar en un conflicto destructivo.

Si eres asertivo posiblemente eres consciente del impacto que tu comunicación produce en tus relaciones y resultados.

Dices “no” de forma amable y firme sin sentirte culpable.

Te sientes seguro de ti mismo, sin sentirte inferior o superior.

Buscas mantener relaciones sanas y respetuosas, y colocas límites que te permitan cuidar de ti mismo y apoyar a los demás.

Eres asertivo cuando te valoras a ti mismo, cuando eres fiel a tus necesidades, cuando crees en tus ideas y sabes que te mereces lo que deseas.

Cuando comunicas tus necesidades y haces respetar tus derechos siendo empático con los demás y respetando sus derechos, deseos y necesidades.

Un elemento fundamental en la comunicación asertiva es la coherencia entre tus palabras y lo que expresas a través de tu cuerpo.

Los movimientos de tu cuerpo, las expresiones de tu cara y tu tono de voz también deben reflejar una comunicación asertiva.

Deben estar alineados con tus palabras y transmitir seguridad, tranquilidad, firmeza, empatía, honestidad y claridad.

De acuerdo con Harvard Business Review: “hay esperanza para los crónicamente no asertivos entre nosotros. Los temores de hablar y expresar nuestras ideas se pueden superar, así como podemos expresar nuestra frustración usando fórmulas de asertividad”.